Un poco de contenido entre tanta tendencia. Pensamientos sobre las relaciones personales y comerciales. Cultura organizacional, comunicación, branding, creatividad.

miércoles, mayo 30

El sentido común.


De qué hablamos cuando hablamos de lo que hablamos? Es una respuesta simple para nosotros mismos. Pero, no siempre lo es para el otro. Y no siempre chequeamos que el/los otro/s hayan entendido. Damos por obvias muchas cosas. Como por ejemplo que algo esté bien hecho. Qué es estar bien hecho? El art. 14 de la constitución nacional promueve el bienestar común. Yo creo que todos estamos de acuerdo con eso. Pero, qué entendes vos por bienestar general, será lo mismo que entiendo yo? será lo mismo que entiende Néstor K ? Carrió? o Aldo Rico? Y cuando decís a tus equipos que usen el sentido común, qué entienden ellos por sentido común? Imagina esta situación, un líder le dice a uno de sus colaboradores, mirandolo a los ojos: dejo esto en tus manos, usá el sentido común para resolverlo. Opción uno: el líder es Gandhi. Opción dos: el líder es Hitler. Cambia, no? Y sin tener diferencias con un personaje nefasto, lo mismo nos pasa cuando hablamos nosotros. Filtramos, interpretamos automáticamente, dada la estructura que somos o estamos siendo en ese momento. Muchas veces, cuando en las prácticas conceptuales, pido que me expliquen un juicio, me los explican con otros. Y es acá donde la distinción entre juicios y afirmaciones u observaciones, es muy útil. Cuando la empezamos a usar en lo cotidiano. Y cuando tenemos que chequear qué es lo que me están diciendo o si entendieron lo que estoy diciendo. El transfondo de obviedad es inmenso. Y desde nosotros no permite distracciones, porque siempre aún teniendo clara esta distinción algo nos es transparente y no los aclaramos. En la mayor cantidad de detalles de un pedido, podemos observar: mayor compromiso(dado que hacemos un diseño de conversación responsable con el resultado que queremos lograr y también nos adelantamos a posibles quiebres en el futuro) y también tenemos la oportunidad de reclamar y no quejarnos. La queja es sobre generalidades, el reclamo sobre un acuerdo puntual. El abogado que interpretaba Groucho Marx, en su exitoso programa radial, dice en un diálogo: " es tan fácil de comprender que hasta un niño de 5 años podría entenderlo! Qué alguien busque un niño de 5 años para que me lo explique".
Creo que la apertura de juicios, el explicarselos a otros nos lleva a validar la experiencia del otro y tener conversaciones, cada vez, más efectivas.

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martes, mayo 15

Yo tengo razón.


Recién miraba atónito como los pasajeros destrozaban e incendiaban sectores de la estación de Constitución. Mirando en directo por tv, observé que la gente nada tenía que ver con los grupos que, generalemente, protegonizan los hechos de violencia recurrente, al menos en la Ciudad de Buenos Aires.
Los trabajadores expresaban su bronca por el paro sorpresivo del que fueron víctimas, siendo trasladados de una formación a otra, durante horas. Gente que salió de su casa 12, 14 horas antes.
Lo que no justifico nunca es la violencia. Comprendo y comparto la bronca. Pero, entiendo que como decía Viktor Frank siempre podemos elegir quien somos frente a las circunstancias. Y creo que podemos encontrar muchas acciones más constructivas que incendiar una puerta.
Pero, mi reflexión tiene que ver con lo que nos lleva a justificar el uso de la violencia. Y no es otra cosa, que el paradigma de la razón. Cuando, yo tengo razón siento que puedo levantar la voz, siento que puedo gritar, insultar, porque yo tengo razón y no me escuchás, no me entendés. Como yo tengo razón, si me molestas mucho te puedo pegar, siempre justificado porque yo tengo razón. Eso pasa en las marchas. En la cancha. Hasta en los partidos de fútbol 5 entre amigos. Yo tengo razón!!! Este paradigma, lo podemos observar en las relaciones personales, pero también entre grupos, como decía las barras bravas, los grupos extremistas, en los estados o no es el paradigma de la razón lo que moviliza a Bin Laden ? fuera del paradigma de la razón no podría existir el ataque preventivo de Bush. Este paradigma justifica la muerte, de una persona, de un grupo, o no justifica la extremaderecha los 30 mil desaparecidos? Fidel no justifica las matanzas de su régimen ? Porque dicen tener razón. El paradigma de la razón es el de la segregación, de la discriminación, de la violencia, de la guerra. Todo porque YO tengo razón.
El paradigma opuesto es el que la ontología del lenguaje llama la teoría del observador, que dice no sabemos como son las cosas, sólo sabemos como es el observador que las mira. Entonces, cada mirada nos da un mundo, diversidad. El biólogo chileno Humberto Maturana dice: "no estamos preparados biológicamente para ver la realidad." y que: "el amor es ver al otro como un legítimo otro".

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