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lunes, diciembre 15

Ser la palabra

Qué significa cumplir con la palabra? qué significa no cumplirla? Las miradas reduccionistas o supérfluoas, los pensamientos perezosos, bien podrían condenar a quienes no cumplen su palabra. Podemos entonces, por empezar a decir que el cumplir la palabra genera una identidad en un dominio determinado, más especificamente: en el que se hizo la promesa. Porque dar la palabra, es hacer una promesa. Una persona puede ser muy cumplidora en el dominio laboral y poco en lo personal. Tantos padres que son excelentes profesionales, cumpliendo cada una de sus palabras pero descuidan sus promesas familiares, de pareja o amistosas. Entonces, son personas en las que en todos los dominios debemos desconfiar?
Diferente es dar la palabra, sabiendo que no la vamos a cumplir. Eso es una estafa. O realizar una promesa dando datos falsos. Eso es mentir.  Y la mentira es mentira sin grado, ni escalafón. Acá sí, la falta de cumplimiento por default invade todos los dominios, impacta de plano contra la identidad toda, de esa persona. Cómo vas a creer en algo que te diga, si de ante mano miente o sabe que no va a cumplir?
La palabra también puede estar ligada a desafíos, al ir más allá. Entonces, ahí no tenemos certeza de cumplir la promesa. Eso nos hace poco confiables? 
Lo cierto, es que lo que no podemos dejar de hacer es honrar a la palabra, cumplida o no, el compromiso con el resultado tiene que ser al 100%. De esa manera podemos repactar compromisos no alcanzados.
La palabra también se declina. San Martín prócer argentino dió su palabra de defender a la corona española cuando recibió su instrucción militar, sin embargo actuó opuestamente a su palabra. Porque todos tenemos el derecho de cambiar de opinión.
Y lo más importante es ser la palabra, yo desconfío de las personas que tienen que resaltar que cumplen sus todas promesas, son como políticos autoproclamándose honestos en las campañas electorales. Ser honesto, ser coherente, ser íntegro, ser la palabra, no se dice, se hace.

2 Comentarios:

Blogger GABU dijo...

Coincidimos nueva y gratamente!!

Cualquier persona que desee hacer la acciòn que sea es inùtil que se vanagloree de la misma,despuès de todo el altruìsmo vociferado nunca tuvo buena prensa...

P.D.:Esto vendrìa a ser similar a cuando hacemos algo,lo que sea a la espera de los laureles... ¿Alguien acaso tiene en cuenta que cuesta exactamente lo mismo hacer las cosas bien que mal?
(sòlo se comprueba consecuencias mediante,una pena)

BESITO GRANDE

15 de diciembre de 2008 a las 2:32 p. m.

 
Blogger Gustavo Saint Martin dijo...

Hacer algo a la espera de los laureles, me suena a manipulación. Ojota!

Salute grande!

Y vivan las coincidencias.

15 de diciembre de 2008 a las 4:41 p. m.

 

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