Minuto a minuto
La televisión abierta de hoy en día se mide minuto a minuto. Y reflexionando sobre esta costumbre, que pone por encima del contenido al resultado, llegué al siguiente juicio: en la vida cotidiana, también medimos minuto a minuto. Las relaciones personales, los negocios, están llenos de minuto a minuto.
Dónde veo el minuto a minuto? Lo primero que me gustaría marcar es dos maneras de relacionarnos con el futuro. La primera es cuando elegimos el futuro que queremos para nosotros. Cómo? declarando nuestra visión, siendo nuestra visión, viniendo nuestra visión. De esta forma siempre accionamos. Si son acciones coherentes con nuestra declaración, son acciones generativas de la vida que queremos vivir. Nos relacionamos responsablemente frente a las diferentes circunstancias, aún las adversas. En el camino de hacia la visión, todo lo que pasa es todo lo que tiene que pasar para que cumplamos nuestra visión. Y los valores son un eje importante también en la relación con el futuro. Y más adelante, veremos que hacen la diferencia del minuto a minuto en las relaciones, tanto personales como laborales. En definitiva la brecha entre lo que quiero y lo que pasa es una oportunidad de aprendizaje, de cambio, de tranformación.
El otro camino es inverso, las circunstancias eligen por nosotros. Acá las acciones son adaptativas o reactivas. Y los valores con los que accionamos comienzan a ser incoherentes con los que declaramos. Este camino contiene las elecciones de satisfacción inmediata. El cigarrillo es una elección del minuto a minuto. La infidelidad, también lo es. Siendo coherentes con nuestros valores, con nuestra visión, nunca podríamos darle poder a esa circunstancia que es la infidelidad, que sabemos lastimará a la persona con la que compartimos nuestros días y tenemos un proyecto de vida y quizá termine con él también. Hablaba de tabaco, las adicciones son del minuto a minuto, de la satisfacción del momento, no entran en la visión de futuro. Pero no sólo las adicciones a las drogas, los trastornos de alimentación, los adictos al juego, trabajo, sexo. Con un norte para alinear cada acción dejamos de lado esas conductas nocivas, qué no sólo impactan en nuestro ser. Impactan en el contexto que somos. En las relaciones que creamos, en la vida que somos.
Como postulaba Viktor Frankl, siempre podemos elegir quienes somos frente a las cirncunstancias que nos tocan vivir. Frente a ellas tenemos siempre la oportunidad de actuar coherentemente con la visión que declaramos y dentro de ésta, los valores que serán el contexto de la acción de la vida que construimos eligiendo, minuto a minuto, pero coherentemente con el futuro que diseñamos.
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